viernes, 3 de octubre de 2014

MARATON de BERLIN, crónica de un gran día

Todo empezó en el mes de Noviembre de 2013 cuando tras no haber sido elegido en el sorteo para poder participar, pasados unos días recibí un nuevo correo de la organización en el que me indicaban que había sido agraciado con una plaza en el sorteo de repesca. Lógicamente no me lo pensé dos veces, no podía dejar pasar la  oportunidad de volver a participar en uno de los World Marathon Majors, el año anterior había sido Londres.

Los meses fueron pasando y lógicamente seguí con mis entrenamientos habituales, hasta que el día 9 de Junio de 2014 empezaba con los específicos para el maratón. Me esperaba un exigente plan de entrenamiento de dieciséis semanas preparado por Luis del Club del Corredor. Además de la exigencia habitual de este tipo de planes, en mi caso tenía también en mi contra que los meses de verano no son especialmente los que mejor me vienen para entrenar, ni por horarios ni por condiciones climáticas, pero no iba a ser ningún impedimento serio.

En estas dieciséis semanas, por el camino fueron quedando tiradas largas, cuestas, series con buenos ritmos unas y no tan buenos otras. En general siempre sintiéndome bastante cómodo con los entrenamientos y sobre todo disfrutando.

El que haya disfrutado no significa que no haya habido momentos más o menos difíciles. Muchas veces para poder entrenar he tenido que pegarme madrugones de escándalo, otras salir de casa a las 10 de la noche para hacer entrenamientos de series o tiradas de más de 20 kilómetros. Días con sensaciones no tan buenas, molestias, dolores sospechosos…, y sobre todo mucho esfuerzo. En total han sido 1222 kilómetros, lo que hace una media de 76,4 semanales y 15,3 diarios teniendo en cuenta cinco entrenamientos semanales y así durante dieciséis semanas consecutivas.

Como todo llega más bien pronto que tarde, como quien no quiere la cosa los días fueron pasando hasta llegar al gran día.

El viaje comenzó el viernes con María, esta vez sin niños, desde Madrid, a primera hora de la mañana un avión repleto de tipos escuálidos con caras huesudas, mucha zapatilla de deporte y muñecas portando relojes con GPS dejaban claro cuál era el destino de la mayoría de nosotros. La cosa se animó cuando nada más despegar el piloto anunció que correría el maratón con un ritmo de 6 minutos el kilómetro y que esperaba que ninguno de los que allí estábamos fuésemos más rápidos que el. Durante el vuelo varios comentarios de ese tipo nos fueron “metiendo en faena”.

Un comienzo de altura, ahora si rumbo a Berlín

Berlín nos recibió con lluvia pero enseguida empezó a lucir el sol, buen presagio...

El mismo viernes nos acercamos a la feria del corredor, primer subidón pre maratón, simplemente impresionante. Miles y miles de personas recorríamos la enorme feria, ya con el dorsal en la correspondiente mochila me “agencié” una camiseta conmemorativa y vuelta al hotel.


Por fin en Berlín, segundo World Marathon Majors a la mochila

"Payaseando" un poco

En la feria del corredor esperando por el dorsal

El sábado fue día de largas caminatas, visitas, museo, buena comida y alguna que otra cerveza a medio día. Para cenar el correspondiente plato de pasta, mucha agua y a descansar. Lógicamente antes de irme a la cama dejaba todo preparado para la mañana siguiente, cierto hormigueo empezaba a rondar por mi estómago…

No todo iba a ser correr, esto también se entrena...

"La foto" en el muro (Nada que ver con nuestro Paseo del Muro), no podía faltar

El domingo a las 6:15 horas de la mañana sonaba el despertador, una buena ducha y a desayunar. El comedor del hotel repleto de runners, buenas caras, saludos aún no conociéndonos y sensación de nerviosismo en el ambiente. Por suerte teníamos un día totalmente soleado y sin mucha temperatura, todo apuntaba a que íbamos a tener las condiciones perfectas para correr.


Lo difícil ya estaba hecho, solo faltaban 42.195 mts



Desayuno pre maraton

La salida era a las 8:45 así que a las 7:15 dejé el hotel, llegando a la zona de salida a las 7:50. En la zona próxima al punto de encuentro una riada de corredores empezaba a animar el ambiente, los nervios seguían creciendo.

Una vez dentro del perímetro delimitado para los corredores, busqué mi cajón de salida y me situé en el disfrutando el increíble espectáculo que representa estar junto a otros 41.000 corredores esperando el disparo de salida.

A las 8:45 con la banda sonara de la película Carros de Fuego sonando de fondo en la megafonía, comenzaba la cuenta atrás y sin pensármelo dos veces ni tiempo para ello ya estaba corriendo en dirección al arco de salida, tres minutos después lo cruzaba y a darlo todo. Había llegado ese momento tan esperado, se suele decir que lo duro de un maratón son las semanas de preparación previas, pero tras un periodo de entrenamientos tan largo y muchas ilusiones puestas en un solo día, verte frente a los 42 kilómetros y 195 metros genera sensaciones que solo quien ha corrido un maratón podría entender.

Tras un primer kilómetro con ritmo vivo de 4:19 vinieron otros 6k con ritmos cercanos a 4:30. Las sensaciones eran buenas y metido en carrera uno parece que va más rápido y así fue, del kilómetro 8 al 12 los ritmos fueron 4:15/4:20/4:17/4:14 y 4:19. En el kilómetro 11 me esperaba María, sus gritos de ánimo fueron una nueva inyección de moral y fuerza. En el kilómetro 13 el ritmo fue de 5:15 pero incluyó parada a “deshidratar”, ya me entendéis. El k14 a 4:06 y el k15 a 4:19 me hicieron recapacitar y bajar un poco ritmos, iba cómodo, muy cómodo, pero aún quedaba mucho. A partir de ahí hasta el kilómetro 25 salvo un par de ellos todos sub 4:30 y sintiendo que aún estaba reservando fuerzas. El paso por la media maratón en 1:34:54 y con buenas sensaciones me hacía pensar una marca sub 3:10, no negaré que era mi objetivo inicial.

La cosa siguió bien hasta el kilómetro 28 donde repentinamente volvió a aparecer esa dichosa molestia del talón izquierdo que llevaba un par de semanas dándome guerra. La verdad es que no me impedía correr bien, pero tal vez por pisar mal por miedo a lo que todavía quedaba me dio un calambre en el gemelo derecho que si me hizo temer por el resto de la carrera.

Con 14 kilómetros por delante y amagos de calambres, tocaba pensar y cambiar estrategia. Decidí aflojar ritmo, no sufrir mucho e intentar disfrutar de lo que quedaba de maratón, no salió del todo mal. Los ritmos fueron desde entonces próximos a 5 minutos el kilómetro, si intentaba apretar un poco enseguida volvía a sentir que la “bola” del gemelo derecho se me subía, así que a aflojar otra vez. En los avituallamientos paraba unos segundos a estirar el gemelo mientras bebía y otra vez a correr.

Los kilómetros iban pasando, la molestia del gemelo estaba más o menos controlada y como ya no pensaba en marcas de ningún tipo debo reconocer que disfruté como un enano. Choqué las cinco con todos los niños que se agolpaban en el recorrido (tradición maratoniana), un montón de gente me animó en español, la camiseta con la marca Gijón y del Grupo Covadonga dejaba clara mi procedencia, todo esto me daba ánimos renovados a cada paso.

Así hasta que a poco más de 500 metros de la meta volví a ver a María y me acerqué a darle un sudoroso abrazo y un sonoro beso, emoción infinita, aplausos de los que nos rodeaban y a disfrutar de esos últimos metros.

El paso bajo la puerta de Brandeburgo indescriptible y cruzar la meta ni os cuento, una mezcla de sensaciones de alegría, cansancio, emoción, pensar en las duras semanas pasadas… Nada más cruzar te cuelgan tu medalla de finisher y te dan una cervecita bien fría, estos alemanes...
"Me llena de orgullo y satisfacción..."

Esta va por mis amigos del Club del Corredor

En la meta ni bebidas isotónicas ni leches, te dan una cerveza bien fría. Nos llevan años de ventaja...

Esta para el recuerdo

Finalmente el tiempo fue de 3 horas 20 minutos y 6 segundos, como os decía antes aspiraba a una marca mejor pero con el imprevisto surgido en el 28 creo que es un tiempo más que aceptable y además me permitió no sufrir en exceso (si se puede decir eso de un maratón) y terminar disfrutando de lo lindo.

Ahora toca una temporada de relativo descanso y no lo voy a negar, ya estoy pensando en el próximo así que tarde o temprano y para no variar mucho las costumbres hoy también os digo que PROMETO ENTRENAR.


Por si a alguien le interesa aquí os dejo el seguimiento de la carrera que me marcó el GPS.  go.nike.com/38e2ihk


2 comentarios:

  1. Aupa!!!!
    Enhorabuena por tu segunda major!!! Lástima ese problemilla del 28, aún así no te impidió disfrutar de la que puede ser la mejor maratón del mundo, así que enhorabuena de nuevo!!!
    Un abrazo y nos debemos un trote la próxima vez que suba por Gijon!!!!

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    1. Muchas gracias Nacho, al final ya sabes que la marca es importante por el hecho de poder superarnos, pero lo que buscamos al correr sobre todo es disfrutar así que prueba superada.
      Ya sabes que estoy siempre a tu disposición para hacernos unos kilómetros.

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