Finalizo la décima
semana con un entrenamiento que no ha tenido nada que ver con lo previsto.
Ha sido un fin de
semana de mucho movimiento y ajetreo, familia, amigos, comilonas, salida nocturna,
sol, playa y ayer un duro descenso del Sella en canoa, menos mal que
ayudado por mi hijo Rafita.
Hoy sin mucha
prisa por madrugar y tras un buen desayuno mi cabeza decía que no era buen día
para excesos, tal vez más excesos, y decidí no hacer la tirada de 21k a “ritmito”.
Dedicamos el día al disfrute en la estupenda playa de Ribadesella.
Ya por la noche y
de vuelta en Gijón, me animé a salir para hacer un rodaje no muy largo pero con
intensidad, ahora sí que las piernas y la cabeza me pedían “guerra”, pero sin
pasarse.
Han sido 55 minutos y 32 segundos con ritmo medio
4:28 y una distancia recorrida de 12,4 kilómetros.
Mañana toca
descansar y el martes nuevamente volveremos a la carga, esta semana espero que con
más intensidad y kilómetros.
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