Ayer también hubo
entrenamiento.
Con un día bastante ajetreado por trabajo y obligaciones
familiares tuve que buscar “un hueco” a mediodía para salir a correr. No era
el momento del día más propicio por el intenso calor ni por el sol que “apretó”
duro durante todo el recorrido. La idea era hacer los 85 minutos tranquilitos
previstos por el plan y con esa intención salí. A pesar del calor el ritmo no
fue malo desde el principio, pero es cierto que pasados los primeros 30 minutos
dejé de sudar, ya no me quedaba ni una gota y además a sentir bastante sed.
Unido a esto empecé a notar en el gemelo derecho síntomas o amago de calambre,
todo apuntaba a posible deshidratación… así que sin pensármelo mucho di media
vuelta y puse rumbo a casa. Prefiero
saltarme parte de un entrenamiento que arriesgarme a sufrir una lesión o algo
peor.
Al final fueron 12 kilómetros
en 58 minutos 23 segundos, lo mejor que a pesar del calor y de las
molestias en todo momento fui controlando el ritmo y la situación sin sufrir…,
el plan parece que empieza a surtir efecto.
Hoy viernes toca
descanso y una buena sesión de estiramientos y abdominales, mañana y el domingo
como siempre PROMETO
ENTRENAR…
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