Ayer viernes
tocaba rodar poco y suave, al menos esa era la intención. Al final fue poquísimo y suavísimo… ni la hora de
entrenamiento, ni las condiciones el día, ni las piernas eran las propicias
para salir a correr. A las 15:30, sin haber comido, con mucha humedad y un
calor insoportable e insano me puse en marcha, pero no llevaba ni 100 metros
cuando ya me di cuenta de que no iba a sacar nada bueno de ese entrenamiento.
Seguí hasta completar 25 minutos y 5
kilómetros de trote por el kilometrín con ritmo medio 5:06 y gracias…
Lo mejor la sesión
de estiramientos que hice después.
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