Inmerso en mi 7ª semana de preparación y con la mente puesta en el 21 de Abril, los entrenamientos empiezan a ser cada vez más intensos con el objetivo de llegar al “gran día” en la mejor condición física y mental. La parte física se entrena diariamente con las series, el gimnasio, las tiradas más o menos largas, los descansos… pero ¿cómo preparamos el aspecto mental?
En mi caso la automotivación es muy importante, el sentirme bien cuando salgo a correr, me da fuerzas y me ayuda a pensar en positivo.
A lo largo de mis recorridos habituales voy comparando marcas intermedias con las de días anteriores, si voy mejor me da aún más fuerza, si voy más lento intento aumentar el ritmo o no preocuparme, no todos los días son iguales.
Normalmente también voy fijándome pequeños retos, por ejemplo en las tiradas largas no pienso en el final, me centro en llegar a algún punto intermedio de paso y una vez superado empiezo a pensar en el siguiente, así hasta el final.
Pero no siempre es tan sencillo, todos tenemos días mejores y peores. En mi caso me preocupan sobremanera las lesiones, es cierto que hasta la fecha me han respetado bastante, pero no puedo olvidar la fascitis plantar del pasado verano. Aún estando recuperado hay días en los que tengo alguna molestia incluso a lo largo de los entrenamientos, es en esos momentos cuando pienso en si llegaré y cómo al 21 de Abril.
También es habitual según los días sentir ciertas molestias en tobillos, rodillas, músculos que no sabía ni que existían, seguramente debido a la acumulación de entrenamientos y kilómetros, pero inevitablemente genera inquietudes y miedos. La mejor manera de superarlo es pensar que no deja de ser un problema “menor” y que se trata tan solo de una carrera, no es la primera ni será la última.
Buena prueba de ello fue el pasado Maratón Divina Pastora de Valencia el 18 de Noviembre de 2012. Mi objetivo era bajar de 3 horas 15 minutos, después de una semana de intensas lluvias el día amanecía soleado, el desayuno a la hora prevista, todo preparado y con la mente y el cuerpo a tope. La salida emocionante, en los primeros kilómetros sin rastro de la dichosa fascitis plantar del verano. Los tiempos intermedios según lo previsto, ni más rápidos que me pudieran pasar factura más adelante, ni más lentos que me pudieran desmotivar o señalar algún problema. Pues sin saber ni cómo ni por qué en el kilómetro 24 “pinchazo” y 18 kilómetros por delante de verdadero sufrimiento físico y mental. Bajé el ritmo de carrera (más que nada porque no podía ir a otro) e inmediatamente cambié mi objetivo que pasó a ser simplemente terminar. Me dio tiempo a pensar en muchas cosas, retirarme, no correr nunca más un maratón… pero al final llegué a la meta y aquí estamos preparando el siguiente.
Creo que correr nos enseña a superarnos y las dificultades nos hacen cada vez más fuertes.
Después de este rollo que os acabo de soltar, os dejo dos videos que considero muy importantes de cara a la superación el primero y a la motivación el segundo.
Campaña “Supérate” de ASICS
“Esos locos que corren”. Seguro que lo conocéis pero nunca viene mal recordarlo, os aseguro que me siento totalmente identificado con la descripción que en este video hacen de los corredores. Somos así, que le vamos a hacer.
http://www.youtube.com/watch?v=FMB64p11bxs