Ayer nueva sesión de entrenamiento si se le puede llamar
así. Más o menos a las 21:00 salí de casa sin saber muy bien cuantos kilómetros
hacer, ni que rumbo tomar, lo que tenía claro es que el ritmo seria suave.
Nada más empezar noté las piernas muy cargadas y que me pedían una tregua, así que decidí
hacer un entrenamiento corto de 7 kilómetros
con ritmo medio 5:02, eso sí, aprovechado luego para hacer una buena sesión de estiramientos.
Tengo que reconocer que salir a correr a esas horas por el Paseo del Muro, con poca gente, sin ruidos, contemplando la playa y con ese ritmo
es una terapia estupenda contra el estrés y la mala leche, que por cierto ya
venía necesitando, más por lo segundo que por lo primero.
Hoy viernes toca descanso y el fin de semana si Dios
quiere caerá algún kilómetro más, así que ya veis que como siempre también PROMETO
ENTRENAR…
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