Los entrenamientos siguen siendo muy tranquilos y recuperadores.
Tras la “paliza” por la arena del miércoles y a pesar de
la enorme mejoría en el talón, ya prácticamente no me molesta, tocaba dejarle descansar
un poco. El jueves aprovechando un hueco a medio día fui a nadar, la verdad que poca cosa
pero no había tiempo para mucho más. Fueron
600 metros a buen ritmo, ducha y una buena sesión de estiramientos.
El viernes, también a medio día y sin haber comido nada
desde las 8 de la mañana salí a trotar un poco por el Paseo del Muro, disfrutando de otro
día soleado y caluroso. Fue un rodaje de
35 minutos con ritmo medio 4:49 y 7,2 kilómetros recorridos. Siguen las
buenas sensaciones y ninguna molestia al correr, si bien es cierto que cuando
pasan un par de horas sigo con alguna molestia pero nada comparado con lo de
semanas anteriores.
Creo que por ahora seguiré haciendo entrenamientos
cortos, sin forzar y alternando la carrera con otro tipo de actividades. Quiero
recuperarme del todo y lo mejor es ir poco a poco.
De todas formas como soy como un martillo pilón y para no
perder las buenas costumbres ya sabéis que PROMETO ENTRENAR…
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