Este próximo domingo tenemos carrera, se celebrará una
nueva edición del Cross Popular Villa de Gijón y aunque no llego
en mi mejor momento de forma física habrá que disputarla y sobre todo
disfrutarla. Con 1500 corredores inscritos para la prueba absoluta seguramente
será una fiesta del running, como todos los años.
Os decía que no me encuentro en mi mejor momento de
forma, desde unos días antes de participar en el Maratón de Berlín vengo
arrastrando molestias en el talón izquierdo que me han impedido entrenar como
yo hubiera querido. De todas formas después del duro entrenamiento para el
maratón viene bien y es totalmente necesario un periodo de descanso y recuperación
y creo que lo estoy cumpliendo, además el talón está muchísimo mejor y eso es
lo importante.
De cara al Villa, mi idea es hacer un primer kilómetro un
poco fuerte (sub 4) para situarme en una posición cómoda y luego hacer el resto
de la carrera con ritmo aproximado de 4:20, muy lejos del ritmo medio del año
pasado que fue 3:51 pero es lo que toca. Lo bueno es que no voy a tener ningún tipo de presión, así que si
veo que la cosa no va bien habrá que aflojar y trotar hasta la meta, sería un
buen entrenamiento.
Esta semana he rodado tres días con intención de mantener
el cuerpo y la mente con actividad, pero sin forzar mucho. El lunes a última
hora hice un rodaje de 42 minutos y 34
segundos recorriendo 8,2 kilómetros acompañado por Cesar
del Club del Corredor, con ritmo medio 5:13. El miércoles también
salí a correr tarde y llegué al entrenamiento del Club del Corredor cuando ya
estaban terminando, tras un par de vueltas en el kilometrín salí al Paseo del
Muro acompañado por Manolo del CdC haciendo un rodaje de 8 kilómetros en 41 minutos con ritmo medio
5:08. Ayer la cosa cambió un poco, salí de casa a eso de las 21:30 para
hacer otro rodaje suave pero cuando llevaba un par de kilómetros a ritmo de 5
me encontré con Juan
del Riego del CdC que estaba haciendo un progresivo de
90 minutos en su preparación para el próximo maratón de Sevilla, se me ocurrió
unirme a él y de trote nada. Enseguida nos vimos en ritmos de 4:20 y subiendo,
pero la verdad es que muy cómodos y disfrutando, así que estupendo. Al final yo
le dejé a la altura de San Pedro, el tenía que “seguir progresando” y yo vuelta
al trote. Fueron 8 kilómetros en 37 minutos
y 55 segundos con ritmo medio 4:43.
Hoy toca descansar y mañana sábado trote suave y corto
por el kilometrín, lo del domingo ya os lo contaré.
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