En la entrada
anterior de este blog os anticipaba que no había cumplido con los objetivos que
me había fijado para la Media Maratón de Gijón celebrada ayer. Hoy con
la cabeza “y las piernas” un poco
más frías, casi casi me atrevo a decir “prueba superada”.
Aún no habiendo
mejorado marcas personales ni haberme acercado a las previstas y haber sufrido
más de lo normal durante buena parte del recorrido, saco como conclusión que
hacer un tiempo de 1:27:54 que supone un
ritmo medio de 4:08 y teniendo en cuenta el molesto viento que nos acompañó
durante todo el recorrido, no está nada
mal.
Es bueno fijarse
metas ambiciosas y entrenar duro para superarlas, pero no conseguirlo creo que
no supone un fracaso, más bien un aliciente para seguir entrenando e intentarlo
con más ganas si cabe en la siguiente ocasión.
Mirando atrás y
atendiendo a las sabias palabras de “Luilli” he de reconocer que para la
preparación de esta Media me faltaron kilómetros. Más o menos en
Septiembre de 2013 decidí cambiar el tipo de entrenamientos, haciendo 4/5 por
semana de no muchos kilómetros pero si con mayores ritmos. Ese cambio en la
forma de entrenar me ayudó a mejorar notablemente mis ritmos en carreras y como
prueba de ello mis mejores marcas en carreras de 5, 6, 10 y 12 kilómetros. El
problema es que seguí así prácticamente hasta ahora, sin meter al menos un día
por semana un entrenamiento de más kilómetros. Tan solo en las últimas semanas
metí un día de más kilómetros pero sin mucho ritmo por lo que creo que
efectivamente me ha faltado algo de preparación de larga distancia.
Otro fallo que he
cometido en esta carrera fue el ritmo
inicial, haciendo los 6 primeros kilómetros más rápido de lo debido y que seguramente
me ha pasado factura. Luego intenté mantener un ritmo constante pero en el
kilómetro 12 ya vi que no era mi día y no por gusto tuve que aflojar un poco
perdiendo además el grupo que iba con la liebre de 1:25:00, la subida hacia
Cuatro Caminos se me hizo eterna. A la vuelta entre los kilómetros 13 al 17 el
viento en contra y el no poderme enganchar a un nuevo grupo de corredores
terminó de rematarme. En el kilómetro 15 además me había dado un calambre en el
gemelo derecho que aunque no me hizo parar si significó un “freno” más a nivel
mental. Así aguantando el tipo y con cara de póker hasta cruzar la línea de
meta.
Lo mejor el ambientazo vivido durante todo el
recorrido y en la previa de la carrera. Ya el viernes en la feria del corredor
gran asistencia de público, muchas caras conocidas y la presencia de un
fenómeno de la larga distancia, nada más y nada menos que Martín Fiz.
Ayer sábado el
ambiente en la zona de salida espectacular, runners, gentío, música…, otro nuevo
éxito de participación y de público en las calles.
No puedo olvidarme
de mis amigos del Club del Corredor, como siempre un éxito total
de todos ellos con mención especial a las chicas que llevan una progresión que
mete miedo.
Ahora toca un mes
de Mayo pensando en mi nuevo reto, La Subida al Pienzu, 21 kilómetros con
desnivel acumulado 2.500 metros y que será mi
primera carrera de montaña. Habrá que ir metiendo kilómetros y mucha, mucha
cuesta.
Lo siguiente ya os
lo anticipo, el 9 de Junio comienzo con mis 16 semanas de preparación de cara
al próximo Maratón
de Berlín.
Como podéis ver no
me voy a aburrir y como siempre PROMETO ENTRENAR…
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