El día amanecía con lluvia
abundante, temperatura rondando los 12 grados y lo peor de todo, con pocas
ganas de salir a correr. Pero a las 09:00 horas habíamos quedado algunos
compañeros del Club del Corredor así que no podía fallar a la cita. Tras un
buen desayuno los ánimos empezaron a mejorar, ropa de deporte, chubasquero,
gorra y a trotar…
Al final sin que nos cayera ni
una sola gota de agua e incluida una buena conversación durante todo el
entrenamiento nos salieron 15,6
kilómetros con ritmos progresivos, empezando
en 5:30 y terminando entre 4:30 y 4:20.
En mi caso hice 1 hora 30 minutos 13 segundos
incluyendo la ida y la vuelta hasta el punto de partida, me salen 18,4 kilómetros.
Un buen entrenamiento, con buena
compañía y que seguro repetiremos. Me da la sensación de que las quedadas de
sábados o domingos se van a convertir en un clásico.
Mañana como siempre PROMETO
ENTRENAR…, pero suave suave.
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