Este fin de semana que ya se nos va ha sido tranquilito,
con pocos kilómetros y sin entrenamientos muy complicados ni muy pensados.
Ayer sábado
después de dejar a Ángela surfeando en la playa puse rumbo hacia la Providencia
sin tener muy claro cuántos kilómetros hacer ni cómo. Enseguida noté que las
piernas me pedían guerra así que apreté un poquito y al final salió un
entrenamiento de 9,5 kilómetros en 42
minutos y 51 segundos, ritmo medio 4:31 incluida subida a “ritmito” a la
Provi. Uno de esos días en los que las piernas vuelan y no te enteras, que pena que no sea siempre así...
Hoy domingo
también salí pero tenía claro que el ritmo no sería como el de ayer, la cabeza
y las piernas me pedían una tregua. Además me acompañaba Rafita en bici así que cualquier
cosa era posible. Hicimos un trote de 8,6
kilómetros en 47 minutos y 30 segundos, ritmo medio 5:29 con múltiples
paradas por el camino y rematando los dos últimos kilómetros con María
que también había salido a correr.
Como veis termina una semana no muy intensa con poco más de 46
kilómetros y ya toca ir pensando en la que viene, así que como siempre por mi
parte ya sabéis que PROMETO ENTRENAR…
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