Se veía venir que el 2014 se nos iba y finalmente se fue.
La verdad es que aún no habiendo sido un año fácil, tampoco me puedo quejar,
además ya es pasado y hay que encarar con energías renovadas y muchas ilusiones
este 2015 que ya corre con paso firme y sin pausa. No hay tiempo para mirar atrás…
En lo deportivo ha sido un buen año, con muchísimos
kilómetros en mis piernas, nada más y nada menos que 2.690. Os podéis imaginar
que a lo largo de esa kilometrada ha habido de todo, buenos
entrenamientos y otros no tan buenos, cansancio, lesiones, frío, lluvia,
series, fines de semana con tiradas largas, tiradas larguísimas…, pero sobre
todo mucho disfrute y muy buenos momentos en soledad conmigo mismo y en
compañía con ese estupendo grupo humano que formamos en el Club del Corredor.
Lo más duro fue sin duda la preparación durante el verano
del maratón de Berlín,
cuadrar horarios, correr de noche, series bajo el sol y las dos últimas semanas
con síntomas de lesión en el talón izquierdo amenazando mi participación , pero
al final todo salió estupendamente y sin duda el esfuerzo de dieciséis semanas de
intenso entrenamiento dio sus frutos.
Como no podía ser de otra forma, el año lo finiquité con
una nueva participación en la San Silvestre de Gijón, una auténtica fiesta
con más de 4000 corredores. Sin tiempo oficial ya que corrí sin dorsal por no
haberme podido inscribir, el tiempo de mi crono fue de 23 minutos y 41 segundos.
No me voy a enrollar mucho más como hago otras veces,
como os decía antes el 2014 ya pasó y toca pensar en el 2015.
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