Después
de un buen baño en la playa y haber cenado prontito con los peques, he aprovechado
para salir a correr bastante tarde. Tenía ganas de probar y como además soy de
dormir poco (menos que poco) a las 23:15 horas salí de casa y la experiencia
estupenda, repito seguro. Buena temperatura, buen ambiente con mucho turista
paseando por el Muro de San Lorenzo, de las vistas que os voy a contar y tras una
buena ducha, un buen té y a la cama a leer.
Al
final ha sido un trote de 8,1 kilómetros
en 37 minutos y 29 segundos.
Mañana
si puedo otro bañito en la playa y luego como siempre ya sabéis, PROMETO ENTRENAR…
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