Sábado 11 de febrero de
2017, después de mucho tiempo primer entrenamiento orientado a un objetivo
concreto, piernas otra vez en “modo ON”.
Mi cabeza me pide ya algo
de marcha y tras un tiempo de adaptación después de “los paseos” de meses
anteriores, ya estoy otra vez listo para dársela. Como os contaba en la entrada
anterior de este blog (que también podéis leer), posiblemente la media maratón de Gijón va a ser mi
gran objetivo del año, al menos en cuanto a marca personal.
Toca pensar ahora en un par
de meses de series, tiradas y algo de sacrificio buscando hueco a lo largo del
día para los entrenamientos, pero no os voy a engañar, de sacrificio tiene más
bien poco, como dice el refrán, “sarna con gusto no pica”.
En cuanto a los
entrenamientos previstos, las series ya nos las marca nuestro gran Luis del Club del Corredor y sobre todo
nos las controla, es el rey del crono. Luego me queda otra parte importante del
entrenamiento, las tiradas más largas que son las que más abandonadas tenía.
Para empezar con ellas, hoy
contra viento y lluvia, 16,4 kilómetros
de buen ritmo. Desde el Muro subida a La Provi alargando
luego hasta El Tasqueru, en el Infanzón. La ida 7.78k a 5:04 y la vuelta alargando un poquito 8.62k a
4:18, lo mejor las buenas sensaciones tanto subiendo como bajando. Este sin
duda será uno de mis entrenos fijos
semanales; ya suele ser habitual cuando prepara algún maratón y conocer
bien el recorrido me sirve para ir comprobando y comparando sensaciones y
ritmos.
Antes de despedirme y pensando
en el Medio Maratón de Gijón quiero
mandar mucho ánimo a un nuevo “runner”
que ronda la ciudad, como quien no quiere la cosa pasito a pasito parece
que se está enganchando, si no lo está ya, y su próximo reto será nada más y
nada menos que terminar la Media. Con la voluntad que está demostrando todos
estos meses, seguro que lo logrará. Solo decirle que se lo tome con calma y que
piense en disfrutar, vamos Eloy. Si algún día te animas nos hacemos unos
kilómetros juntos.
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