Después de varios cientos de horas de
entrenamiento sin más parones que los necesarios para recuperarse de las
carreras y con miles de kilómetros en las piernas, esta vez sí que me toca parar de verdad.
El domingo pasado en el kilómetro 13,3
del Trail de
Gijón-Deva, una mala pisada bajando, torcedura de tobillo y esguince al canto. Lo que al principio
parecía una lesión grave, es posible que se vaya a quedar tan solo en un buen
susto. Unos días de reposo deportivo, hielo y esperemos que no tardando mucho
vuelta a empezar.
La verdad que no me puedo quejar ya que
hasta la fecha las lesiones me habían respetado, alguna que otra molestia
ocasional, los dolores típicos del esfuerzo, pero nada serio. De todas formas
son “gajes del oficio” y por mucho
que intentes cuidarte las lesiones son inevitables. En el momento de la
torcedura estaba bajando por un camino no muy complicado y frenándome para no
ir descontrolado y evitar así lesionarme, pues no sirvió de nada y por eso digo
que por mucho cuidado que tengas si te toca, te toca.
Con Alberto "Chabolu" después del primer avituallamiento
Como a los que nos gusta correr nos va
mucho lo de ponernos objetivos, para mí el próximo será recuperarme bien para
no recaer y volver pronto a dar guerra.
Antes de finalizar me gustaría aprovechar para agradecer al personal de la Cruz Roja su ayuda el día de la carrera. Muy atentos en todo momento me ayudaron a bajar hasta el punto médico donde me hicieron la primera cura, gracias de verdad, siempre alerta y ayudando.
Aprovecho también para dar mi mas sincera enhorabuena a todos los miembros del Club del Corredor por su exitosa participación en el Trail, además con unos tiempazos increibles. Gracias también por vuestro interés por la lesión y por lo bien que nos lo pasamos en familia en la comida posterior.
Hoy me despido pero no os diré como
siempre aquello de PROMETO ENTRENAR, simplemente os digo que PROMETO VOLVER.