En la entrada anterior del blog os
contaba que varios miembros del Club del Corredor iban
a participar en los maratones de Washington y Barcelona, pues ya os puedo
confirmar que el resultado fue como no podía ser de otra forma espectacular.
Mario en
Washington, a pesar del frío, se “marcó” un carrerón de los buenos, disfrutó y
además batió su marca personal con creces. Ya en los entrenamientos apuntaba
alto, aunque con su habitual humildad y buena cabeza siempre mantuvo la cordura
y nunca se vino arriba, pasito a pasito
es como se logran las buenas metas.
En Barcelona la cosa fue dispar pero
con también término exitosamente para los Juan, Lolo y Rubén.
El primero terminó con una marca más
que buena y de la que nadie dudábamos dada su fuerza y la preparación que
llevaba. De todas formas y tal y como nos ha contado, la cosa no fue fácil. A
la primera parte de la carrera con buen ritmo le sucedió una segunda parte muy sufrida,
molestias, cansancio y muy malas sensaciones. De todas formas lució su
capitanía y aprovechando su experiencia supo sufrir hasta el último metro para
conseguir un nuevo éxito para él y para nuestro Club.
Lolo por su
parte mejoró también su mejor marca notablemente, terminando así un maratón más
y cumpliendo con una de sus numerosas metas y proyectos. Seguramente no será la
más importante del año, pero con su espíritu e ilusión el resto las tiene a
tiro. El 2017 va a ser un año importante y sabe que cuenta con nuestra fuerza y
apoyo.
A Rubén le quiero dar mi más sincera
enhorabuena, finisher en Barcelona y meritoria carrera. Lesionado durante buena
parte de la misma tuvo el pundonor de continuar, cruzar la meta y ver así
cumplido su sueño y el de los que le esperaban en ella, lo del tiempo en este
caso es lo de menos. Enhorabuena otra vez.
Como podéis ver el maratón no siempre
es lo que uno se imagina o espera, disfrutar de la carrera y el buen ambiente,
las fotos de después…, por desgracia Juan y Rubén han
conocido el “lado oscuro” del
maratón, ese del que tan fácilmente nos olvidamos cuando nos apuntamos a una
carrera o salimos a entrenar con nuestros amigos, ese que nunca esperamos y
creemos que no nos va a llegar, pero que tarde o temprano a todos, si a todos,
nos pasa factura en algún maratón. Yo lo conocí en el 2012 en Valencia
y se lo que es terminar sin fuerzas, físicamente destrozado y mentalmente
acabado. De todas formas, las semanas previas de entrenamiento nos preparan en
parte para eso, para conocer nuestro cuerpo y saber sufrir y seguir hasta el
final, o para retirarnos con cabeza cuando no se puede seguir. También hay que
reconocer que esos días de carrera difíciles nos vienen bien, una vez que haya
pasado un tiempo, para ponernos en nuestro sitio y hacernos ver que la
distancia reina del maratón está a nuestro alcance pero no es una broma ni cosa
que debamos tomar a la ligera.
Como prueba a continuación os dejo un
enlace a un video que ya en su momento me impactó, tal vez porque como os decía
antes participé en esa carrera y yo mismo supe lo que es pasarlo física y
mentalmente mal en un maratón. Es largo pero merece la pena pararse a verlo.
De todas formas nunca nos faltará la
ilusión para volver a correr así que me despido ya insistiendo en que
cada uno con sus circunstancias particulares ha finalizado exitosamente un maratón más y que
en unos días, si no lo están haciendo ya, empezarán a pensar en algún que otro
nuevo reto.