Adiós al 2016, un año más
nunca un año menos.
Este 2016 que ya parece
quedar lejos ha sido un poco irregular en cuanto a entrenamientos. Un comienzo
de año fuerte preparando el maratón de Sevilla, la vuelta del maratón con mucho
ímpetu y luego como no podía ser de otra forma tocó recuperarse del maratón y
del “ímpetu” que me había traído de Sevilla. Lo que no descansé antes me tocó
hacerlo después.
El verano fue muy tranquilo, con entrenamientos cortos y sin
planificar y lo últimos meses del año un poco más intensos pero sin pasarse, es
lo que tiene no estar pensando en alguna gran carrera. De todas formas me ha
venido estupendamente ya que he seguido corriendo, manteniendo la buena forma y a la vez descansando física y mentalmente para estar preparado para
los grandes retos que sin duda vendrán en este nuevo año que ya hemos empezado.
Del 2016 destacaría lo bien
que me lo pasé en la preparación del maratón de Sevilla y sobre todo lo mucho
que disfruté de la carrera, además de ser hasta ahora mi mejor marca personal
en la prueba reina. Sin duda si Dios quiere algún día volveré a correr por las
calles de Sevilla.
También me quedará siempre un gran recuerdo de la ruta que hicimos al trote desde Gijón hasta Covadonga, con mucha dificultad y esfuerzo pero más ilusión y ánimo que nos ayudó a conseguirlo.
En cuanto a carreras no ha
habido muchas y las que he corrido sin grandes tiempos ni mucha presión ni
tensión por mi parte, Medio Maratón de Gijón, Subida a la Campa Torres, carrera
Club de Regatas-Club de Tenis, Carrera de Nochebuena y San Silvestre. De esta
última destacar que junto al Maratón de Sevilla ha sido la mejor en mucho
tiempo, me llevé de compañero a mi hijo Rafita que completó los 6k como un
auténtico campeón. Ya solo la compañía fue una gozada.
En total han sido 2.122 kilómetros, lejos de los de años anteriores pero creo que no está mal.
No me quiero olvidar de
mencionar a mis compañeros del Club del Corredor del
Grupo,
compañeros y amigos. En la primera parte del año fueron un gran apoyo y
compañía para las largas tiradas previas a Sevilla y el resto del año algún que
otro “pique” en los entrenamientos, muchos kilómetros juntos que sin ellos sin
duda habrían sido muy pesados y como no podía ser de otra forma mucho, mucho cachondeo.
Ahora toca ya empezar a
pensar en el nuevo año que ya “corre”. Esta primera semana no ha sido mala, 50,5
kilómetros incluidas dos subidas a la Providencia y lo mejor que las piernas y
la cabeza me piden caña. Hay que ir pensando ya en dársela y en algún que otro
reto. Quién sabe si será este el año de New York… jajaja solo de pensarlo ya me
entra la risa floja.
Ahora como siempre me
despido “amenazando” con seguir contándoos mis batallitas y como no podía ser
de otra forma diciendo que PROMETO ENTRENAR.